Recientemente tuve la oportunidad de hablar sobre mi tema favorito, el emprendimiento y más específicamente sobre el emprendimiento senior, gracias a la invitación de Generación Savia y Premios 50 Emprende.
Me apasiona el emprendimiento, soy emprendedora vocacional – tengo el gusanillo emprendedor -, ayudo a emprender desde hace más de 20 años y mi edad supera los 50, por lo que pude hablar como ‘silver’ ante una audiencia ‘silver’ compuesta por algo más de 100 personas emprendedoras o que están pensando en emprender. En este post comparto algunas de las principales reflexiones contenidas en mi charla.
Motivaciones para emprender
¿Qué nos motiva a emprender? La decisión de emprender debe basarse en motivaciones sólidas y conscientes, ya que el emprendimiento es algo muy serio. Hay quién emprende porque no puede remediarlo (el famoso gusanillo emprendedor), o porque no tiene más remedio (motivación peligrosa, si se trata de una huida hacia delante), o porque quiere dejar un legado, o porque desea experimentar una nueva aventura existencial, o porque es una persona especialmente observadora y detecta la oportunidad de solucionar algún problema (esta motivación me encanta).
Para ilustrar mejor las motivaciones que llevan a emprender, presenté el caso de dos emprendedores, Inma y Fernando. Ambos participaron en programas de aceleración de startups que dirigí en esa magnífica ‘fábrica de emprendedores’ que es EOI. Inma desborda energía y es emprendedora ‘como la copa de un pino’, simplemente no puede remediar emprender. Fernando es un compendio de motivaciones y un buen ejemplo de cómo un empleado por cuenta ajena pasa a ser emprendedor, empleado de nuevo y finalmente emprendedor social – todo esto con + 50 años -.
Mientras narraba sus historias me di cuenta de que en la base de sus emprendimientos se encuentra un propósito firme, unos valores y una causa que defender. Inma lucha para apoyar marcas de moda españolas emergentes y para que no se pierdan los oficios relacionados. Por su parte, Fernando emprende iniciativas a favor de la España rural, mediante la defensa y recuperación de los viñedos de su pueblo natal, agrupando a viticultores y bodegueros y creando puestos de trabajo.
Emprender con propósito me parece una motivación y un estímulo excelente para cualquier persona que se proponga emprender. La pregunta es: ¿Cómo hacer una contribución positiva a la sociedad, al entorno?
Emprender es una forma de vida
Cuando se emprende hay que ser conscientes de que en esta aventura vital, preciosa y apasionante, nos esperan cosas buenas, feas e incluso malas. Preparando la charla me acordé de la famosa película 🙂
Empecemos por lo bueno de emprender:
- sensación de libertad, no tener jefe
- marcarte tus tiempos, tus metas, incluso tu destino
- hacer lo que te gusta
- aprender, experimentar constantemente. Recuerdo la frase de una emprendedora: “mientras he emprendido, lo he probado todo”.
- ecosistema emprendedor: un entorno maravilloso de personas afines con las que relacionarte, tomarte una caña o un café, compartir inquietudes, buscar sinergias.
Pero también está lo feo:
- en la práctica vas a tener ‘muchos jefes’ – tus clientes –
- darte cuenta de las limitaciones y de la falta de recursos a la hora de establecer tus metas
- no siempre harás lo que te gusta: el emprendedor, sobre todo en las fases iniciales del proyecto es una especie de ‘hombre o mujer orquesta’, que prácticamente tiene que hacer de todo
- los inevitables momentos de soledad y posiblemente de incomprensión por parte de tu entorno
Para finalizar, lo malo:
- la montaña rusa del emprendimiento. No todo el mundo está hecho para aceptar y convivir con la incertidumbre constante.
- hay quién llega a tal punto de obsesión con su emprendimiento, que se quema, se resquebraja, a nivel de salud, economía o entorno familiar. Resulta muy difícil e incluso doloroso darse cuenta de hasta qué punto vale la pena seguir adelante o, sin embargo, decidir tirar la toalla.
Emprendimiento senior, un plus
Trabajo con todo tipo de emprendedores y emprendedoras. Creo que siempre es buen momento para emprender, siempre y cuando se haga con criterio. Bajo mi punto de vista el emprendimiento por parte de personas senior cuenta con un plus, que, si bien no garantiza el éxito, contribuye positivamente. Me refiero principalmente a:
–Experiencia. Es innegable que quién ha vivido más tiempo, se haya encontrado ante un mayor numero de situaciones, retos, problemas y entornos. Seguramente haya trabajado para más de una empresa, quizás en varios sectores de actividad, se haya formado en más de una disciplina o área profesional…
–Madurez. A estas alturas se nos supone a las personas senior un mayor nivel de consciencia, una madurez que nos hace ponderar más las cosas y posiblemente nos haga más precavidos y nos ayude a identificar a qué o a quién nos conviene dedicar nuestro precioso tiempo.
–Paciencia y tenacidad. Suelo empatizar mucho con emprendedores jóvenes que ‘lo quieren todo ya’. Yo también he sido así en mi juventud emprendedora. Pero con el tiempo he aprendido que hay que construir paso a paso, con tenacidad, sin pausa y que es indispensable saber esperar que la siembra de sus frutos, aunque tarden. Simplemente es así y más vale aceptarlo.
–Red de contactos. Es normal que la ‘agenda’ de las personas de más edad sea más amplia, variada, solvente. En este sentido, no hay nada mejor que un proyecto emprendedor cuyo equipo sea multigeneracional.
Dónde emprender, la Economía Silver
La Economía Silver, representada por bienes y servicios destinados a las personas mayores de 50 años, está en auge y constituye ya el 26% del PIB nacional.
Si estás pensando en emprender, quizás puedas plantearte dar respuesta a necesidades reales y actuales de los ‘silvers’ como:
- turismo
- ocio y lifestyle
- salud preventiva y cuidados
- finanzas y seguros
- transformación digital
- nuevos modelos inmobiliarios
- emprendimiento senior y mentoring
- reskilling
Si la Silver Economy te atrae y desea profundizar, te recomiendo consultar el Libro Blanco de la Silver Economy en España, coordinado por el experto Luis Castillo.
Tips finales para emprender con criterio
En la última parte de mi charla presenté unos pocos tips más para emprender con criterio, algo siempre deseable, con independencia de la edad a la que se emprenda. Aquí los principales:
-El dinero no garantiza el éxito de un proyecto. No disponer de (mucho) dinero no debería ser excusa para no emprender. Hoy en día un buen equipo y un buen proyecto encuentran financiación.
-El proyecto de un emprendedor/a solitario cuesta más. Busca colaboradores, alianzas, sinergias. Forma un buen equipo, posiblemente multigeneracional, diverso y multidisciplinar. Cuidado con quién te asocies y siempre, siempre, hazlo con un pacto de socios.
–Realismo. No te lances sin antes validar tus hipótesis de negocio. Busca ayuda, formación. Las ideas en si no valen mucho, no te pongas a invertir antes de tiempo.
–Trabajo duro. Es lo que espera a cualquier emprendedor/a que apueste en serio por el éxito de su proyecto. He trabajado con centenares de emprendedores y los que han tenido éxito cumplen este requisito.
–Marketing, marketing. El cliente siempre debe estar en el centro de tu negocio. Asignar los recursos adecuados para hacer marketing, comunicar y vender son imprescindibles para el éxito.
Emprendimiento senior: el vídeo de la charla
Si todo esto te ha interesado y quieres profundizar en algunos de los aspectos citados, aquí te dejo el vídeo completo de la charla.
Fue un placer ordenar y exponer mis reflexiones para esta charla – espero que te resulten de utilidad – y el debate y preguntas que surgieron fueron muy enriquecedores. Un debate que me encantaría continuar contigo. Dudas, sugerencias, aportaciones serán muy bienvenidas.
¿Cuál es tu experiencia con el emprendimiento? Y si has emprendido siendo senior o estás a punto de hacerlo, ¿Cuáles son tus motivaciones, qué obstáculos encuentras?
Me encantará leerte 🙂
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